Dos malas, dos energías que acompañan el movimiento interno: sentir y clarificar

Dos malas, dos energías que acompañan el movimiento interno: sentir y clarificar

En Ayurveda, la energía no solo se mueve a través del cuerpo: también se sostiene en los objetos que elegimos. Un mala no es sólo un adorno, sino una herramienta para acompañar la respiración, ordenar la mente y ofrecer un ritmo interno allí donde la vida se fragmenta.

Los malas se elaboran siguiendo la tradición de las 108 cuentas + 1 cuenta gurú, un número que simboliza la totalidad del ciclo espiritual. En la práctica del Japa, cada cuenta es una respiración, y cada respiración, un gesto de regreso.

Jade Rosa Oscuro: el corazón que se repara en silencio

El jade rosa oscuro es una piedra que actúa desde la suavidad y desde la profundidad. No empuja, no fuerza, no acelera. Acompaña. Su vibración está asociada a Prema, el amor consciente, y al chakra Anāhata, el centro donde la sensibilidad deja de ser fragilidad y se convierte en fuerza serena.

Es una piedra especialmente valiosa en procesos de sanación emocional: duelos, rupturas, inseguridades o etapas de reconstrucción interna. El jade rosa ayuda a que el corazón vuelva a respirar sin prisa, devuelve amplitud al pecho y crea un espacio interno donde el juicio se detiene y aparece la autoaceptación.

Este mala es un recordatorio silencioso de que el equilibrio emocional no surge de la negación del dolor, sino de la capacidad de mirarlo sin miedo.
Es la piedra que acompaña cuando las palabras no bastan, cuando el mundo interno necesita recogimiento y el cuerpo pide una calma que no siempre sabemos cómo ofrecerle.

Sphatik (Cuarzo Cristalino): claridad, pureza, lucidez

Si el jade rosa actúa sobre el sentir, el Sphatik trabaja sobre el ver. Su transparencia no es un mero aspecto estético: simboliza la claridad que atraviesa la confusión mental y la luz que ordena los pensamientos dispersos.

Considerado uno de los minerales más apreciados en la tradición espiritual india, el Sphatik está asociado a los chakras superiores —Ajna y Sahasrara—, centros de lucidez, discernimiento y conciencia expandida. Su energía depura, afina y eleva.

Este mala es ideal para quienes necesitan estudiar, meditar o sostener la atención en momentos de exigencia mental. Ayuda a reducir el ruido interno, organiza la energía y permite que la mente funcione con mayor precisión.
No acelera, no tensa: aclara.

El Sphatik es la piedra que acompaña cuando necesitamos ver con nitidez, cuando la vida pide foco, cuando la mente desea luz.

Dos caminos, dos tonos de energía

El jade rosa oscuro nos devuelve al corazón.
El Sphatik nos devuelve a la claridad.

Entre ambos, trazan el mapa completo del movimiento interno: sentir para comprender, comprender para avanzar.

Un mala no transforma por sí mismo, pero sostiene la práctica, acompaña el proceso y recuerda lo que solemos olvidar: que cada cuenta es un gesto de retorno a ti.

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