Tres piedras, tres caminos hacia el interior
En Ayurveda, una piedra nunca es solo una piedra de belleza: es energía concentrada, intención en forma sólida, un recordatorio silencioso de quién eres cuando vuelves a tu centro.
Los malas llevan siglos acompañando la práctica espiritual porque unen tres fuerzas: la repetición del mantra, el ritmo de la respiración y la vibración de la piedra.
Y cuando se elaboran a mano, cuenta por cuenta, cada una se convierte en un gesto de presencia.
Ágata Amarilla: fuego sereno, voluntad y claridad
El ágata amarilla es una piedra asociada al fuego interior (Agni) y al chakra del plexo solar, Manipura, el centro de la voluntad, la acción consciente y la dirección interna.
Su energía no enciende un fuego impulsivo, sino un fuego estable, capaz de sostener la determinación sin perder la calma.
Esta piedra acompaña procesos de toma de decisiones, momentos en los que se necesita claridad para avanzar y tiempos en los que el pensamiento requiere firmeza. El ágata amarilla despierta el foco, pero sin acelerar el sistema. Activa, sin agitar. Fortalece, sin endurecer.
Es el mala ideal para quienes están reconstruyendo su propósito, abriendo una nueva etapa o necesitando afirmarse con serenidad en sus elecciones.
Jade Verde: el corazón que respira despacio
El jade verde siempre ha sido una piedra de equilibrio y suavidad.
Su vibración se asocia a Anāhata, el chakra del corazón, y al elemento aire, aunque su cualidad fluida recuerda también a la ternura del agua.
Es una piedra para reconciliar el mundo interno, para calmar el juicio y para devolver al cuerpo la sensación de paz emocional. Invita a soltar la tensión acumulada y a abrir espacio para la empatía, la escucha y el amor sin posesión.
El mala de jade verde acompaña procesos de sanación emocional, momentos de cambio y cualquier práctica espiritual que requiera suavizar la mirada hacia uno mismo.
Es la piedra que recuerda que la fuerza verdadera nace de un corazón en calma.
Sphatik (Cuarzo Cristalino): luz ordenada, mente clara
El Sphatik, uno de los minerales más respetados en la tradición espiritual india, es sinónimo de claridad. Su transparencia representa el orden interno, la luz que atraviesa la confusión y la mente que se aquieta para ver.
Se relaciona con los chakras superiores —Ajna y Sahasrara—, los centros del discernimiento, la lucidez y la conciencia expandida.
Por eso es una piedra utilizada desde hace siglos para estudiar, meditar, concentrarse y sostener la atención sin dispersión.
El mala de Sphatik es ideal para quienes necesitan claridad en momentos de exigencia mental, para quienes desean profundizar en la meditación o para quienes buscan mantener un campo mental ordenado y luminoso durante el día.
Es la piedra que enseña a ver sin ruido.
Tres malas, 108 cuentas, un mismo propósito
Recordarte el camino de regreso a ti.
Cada uno de estos malas ha sido elaborado a mano siguiendo la tradición de las 108 cuentas + 1 cuenta gurú del Japa y simboliza el ciclo completo del viaje interior.
En Jeevan Ayurveda los creamos con respeto por la tradición y por la vibración única de cada piedra.
Cada cuenta, una respiración.
Cada respiración, un regreso.
